¿Qué probabilidades hay realmente de ganar la lotería?

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La lotería es una de esas cosas con las que cualquier ser humano ha soñado alguna vez. Parece fácil, pero no es sencillo gestionar una gran cantidad de dinero de un día para otro. De hecho, millones de personas en el mundo tratan de lograr que les toque el gran premio, en casi todos los países.

Comprar un billete de lotería es sinónimo de esperanza, esperando que algún día la vida cambie por completo. Sin embargo, el destino es caprichoso y parece que la lotería toca solo a las personas que no se muestran desesperadas ante ello. Las cifras de los boletos ganadores en la lotería suelen ser deslumbrantes, presentando una oportunidad difícilmente igualable.

Las probabilidades juegan un papel muy importante en la lotería. El azar está presente en cada sorteo, pero hay ciertos números que han dado más premios que otros en el largo plazo. Al igual que ocurre al realizar cualquier apuesta online, las estadísticas hay que tenerlas siempre en la mano para tratar de aumentar las posibilidades.

A continuación, hacemos todos los cálculos de cuántas posibilidades tiene una persona común en ganar la lotería.

¿Cuál es la probabilidad real?

Cuando hablamos de probabilidad, es solo un número o porcentaje. No hay subjetividad en las posibilidades de cada boleto en un sorteo de lotería. Como norma general, las loterías que presentan los premios más grandes suelen tener 49 números posibles, y cada persona que participa debe elegir 6.

Más de 10 millones de combinaciones distintas pueden cambiar el destino de la persona que está delante del televisor. Aunque parezca mentira, cualquier persona que ponga un pie en la calle tiene más posibilidades de ser electrocutado por un rayo que de ganar la lotería. Esto se debe a que ganar un sorteo de lotería tiene una probabilidad del 0,000007%.

Pese a que estos números no son demasiado optimistas, múltiples personas celebran cada año la consecución de un gran premio en la lotería. Solo hay una forma posible de hacer que sea imposible que te toque la lotería y es si no compras ningún boleto.

Ejemplos de lotería más populares

El paso del tiempo ha hecho que las loterías evolucionen, ideando nuevos formatos de sorteo para aumentar la emoción. Cada país puede cambiar las reglas a su antojo, pero en España todo el mundo conoce la famosa Lotería de Navidad (donde hay una opción entre 100.000 para conseguir el mayor premio).

En Estados Unidos, también existen sorteos como el Powerball, donde cada persona tiene una posibilidad entre 292 millones para ganar. Cada lotería vende miles de tickets para cada sorteo, por lo que la publicidad de estas compañías funciona a las mil maravillas.

El sesgo emocional del jugador

Es imposible encontrar sentido a la teoría que afirma que se pueden aumentar las posibilidades de ganar en la Lotería. Vuelvo a repetir, el resultado depende completamente del azar y los sorteos son independientes. No hay forma de manipular el sorteo de ninguna forma.

Muchas personas juegan a la lotería para no quedarse con las ganas de haber participado. En España, hay incluso colectas y boletos en grupo para tratar de ganar el premio con un gasto inferior. Sin embargo, eso llevaría a que el premio conseguido también se tuviese que compartir, algo que no muchos estarían dispuestos a hacer.

No hay lógica detrás de la decisión de comprar un boleto de lotería, pero las personas suelen ser más optimistas que pesimistas. La mayoría recordarán a un ganador de la Lotería que ha salido celebrando en la tele, pero pocas veces se tiene en cuenta el gran número de boletos que se han vendido y participan en el sorteo.

Los mitos sobre mejorar la probabilidad de ganar

La única forma de tener más posibilidades de conseguir un gran premio en la lotería es comprando más boletos. Al comprar más boletos, se participa más veces que el resto, pero esta no es una práctica habitual en las personas que destinan un presupuesto bajo.

Compartir el riesgo en grupo parece la decisión más interesante, sobre todo porque los precios de los boletos se reducen bastante.