Es normal que en algunos casos uno quiera realizar un sorteo y que sólo se entere quien se tiene que enterar de que este se ha realizado. Uno no desea darle publicidad o transparencia. Simplemente quiere dar unos ganadores.
Para un sorteo así, la herramienta ideal es la página de sorteos simples. Se introduce la lista de nombres y se pulsa sortear. Con el resultado que obtengamos copiamos los nombres o imprimimos la pantalla y podemos felicitar a los vencedores.
Nadie verá quiénes eran los participantes ni siquiera quienes fueron los vencedores. Esta información no se almacenará en ninguna parte, con lo que el autor del sorteo puede hacer con ella lo que quiera sin preocuparse de que miradas indiscretas se enteren de que él ha sorteado algo.
Si se desea realizar un sorteo más completo, y sobre todo aprovechar la posibilidad de programar un sorteo para que se realice a una fecha y hora determinadas (lo cual es especialmente útil para tareas rutinarias, pues se pueden programar numerosos sorteos y esperar a que se vayan publicando los resultados cuando llegue esa fecha), se puede usar la herramienta de sorteos avanzados.
Sin embargo habrá quienes no quieran ver su nombre en las páginas web, quienes no quieran que se sepa que ha participado en un sorteo que no ganó. Si se quiere aprovechar la enorme utilidad de los sorteos avanzados manteniendo la privacidad, lo ideal es hacerlo usando alias o nicknames.
Por ejemplo supongamos que queremos sortear algo comprometido, digamos un jamón entre los clientes de un sex shop. Podemos usar la primera opción, de sorteos sencillos, porque nadie verá los nombres que se introduzcan. Pero también podemos hacerlo programando el sorteo, diciendo «el lunes 3 de agosto a las 21:00 horas se realizará el sorteo». En este sorteo, en lugar de introducir los nombres de los concursantes, que tratamos de mantener en el anonimato, utilizamos por ejemplo una tabla de números:
Celestino Corbacho –> 100
Cristina Garmendia –> 200
Miguel Sebastián –> 300
Beatriz Corredor –> 400
Bibiana Aído –> 500
A los participantes les decimos con qué número participan, y le podemos quizás dar una papeleta donde se indique esto.
Y luego simplemente programamos el sorteo, con total anonimato, usando los números o el alias, en lugar de sus nombres.
Así, si algún curioso lo consulta (en la dirección del sorteo), no sabrá nada de los clientes de esta tienda, mientras que cualquiera de los participantes podrá saber si ha sido premiado o no, al mismo tiempo sabrá que el sorteo ha sido real y no que le han dado el premio al cuñado del dueño del sex-shop.
Usando sortea2 se consigue transparencia y además con toda la privacidad que uno quiera mantener.
